La transformación digital de una editorial
Aunque su función primordial -encontrar talento, trasladarlo a un buen libro y venderlo adecuadamente-, permanezca inalterable, el editor debe enriquecer sus capacidades y conocimientos con nuevas habilidades vinculadas al universo digital
12/02/2018

Cabalgamos sobre el potro desbocado de la tecnología y de las nuevas demandas que genera la todavía desconocida sociedad digital hacia la que inexorablemente nos encaminamos. El mundo editorial es consciente de los cambios en las fórmulas de adquisición de conocimientos, de consumo de ocio, de formación y de erudición por parte de los nuevos lectores. Debe, por tanto, adaptarse a las posibilidades que las nuevas tecnologías permiten y favorecen.

Aunque su función primordial –la de encontrar talento, trasladarlo a un buen libro y venderlo adecuadamente–, permanezca inalterable, el editor debe enriquecer sus capacidades y conocimientos tradicionales con nuevas habilidades vinculadas al universo digital.

            En Almuzara, como en la mayoría de las editoriales, hemos procurado realizar un gran esfuerzo para situarnos en la vanguardia de la transformación digital que sacude –y que a buen seguro sacudirá– el mundo del libro. Por eso, hemos potenciando la función de desarrollo digital, que dirige Óscar Córdoba y que la ordena en varios frentes. Por una parte, el mantenimiento, actualización y mejora permanente de nuestra página web y del blog incorporado a la misma. Por otra, el atender las redes sociales, en especial Twitter, Facebook e Instagram, en la que estamos especialmente activos. Como tercer frente de trabajo, figura el gestionar y alimentar a nuestro canal de YouTube AlmuzaraLibros. Y, por si fuera poco, también es el responsable último de la edición y subida a las plataformas de los libros electrónicos y, en breve, de los audiolibros. Todos estos elementos muestran la editorial y sus contenidos a la sociedad y se encuentran interrelacionados entre sí, lo que deriva en un mejor posicionamiento en el ciberespacio y en los buscadores, así como un mayor tráfico y notoriedad para la página, ya que cada acción se retroalimenta con las restantes.

Además de las mencionadas responsabilidades, todas ellas de cara al público y de extraordinaria importancia para la editorial que seremos en el futuro, el departamento de desarrollo digital también mantiene los sistemas internos de gestión editorial, el almacenamiento de datos, el correo electrónico y los servidores. Estas últimas funciones son internas, pero no por ello menos importantes.

            Y comencemos por lo primero, por lo obvio, por la página web, cuya función primordial es el mostrar el catálogo editorial, estructurado en colecciones, así como el realzar las novedades según las vamos lanzando. Además, se muestran las clásicas pestañas de contacto, distribución, noticias, premios y blog. Nuestra página web otorga todo el peso de su página de inicio a las novedades. Así, mostramos los treinta y cinco últimos libros editados, lo que da una idea de nuestras prioridades editoriales. Creemos que una editorial es, sobre todo, su catálogo, por lo que, más que teorizar sobre la filosofía que la sustenta, lo importante es mostrar los libros propios para que sean ellos los que la expliquen.

            Pero la página web no es simplemente un soporte pasivo en el que colgar los títulos del catálogo, como si de una colección de mariposas muertas se tratara. La página web es el rostro de la editorial y debe reflejar el alma, el discurso del sello. Por eso, es importante reflexionar en su diseño, estructura y contenido.

La página web es el escaparate en el que nos mostramos al mundo, y dado que una editorial, sobre todo, son los libros que edita, en Almuzara hemos otorgado el total protagonismo a los títulos de nuestros cinco sellos editoriales, Almuzara, Arcopress, Berenice, Toromítico y Guadalmazán. Al pinchar en cada uno de los títulos el internauta encontrará una información detallada y precisa sobre su edición y contenido. Además, es posible conocer un alto porcentaje de las reseñas de prensa, críticas y entrevistas que el autor o la obra han conseguido en los diversos medios de comunicación.

            Además de un escaparate del alma de la editorial y una exposición de sus fondos, la web también es una tienda, una librería en la que se pueden adquirir libros del catálogo editorial. La venta directa de las editoriales por este canal es siempre reducida y se centra normalmente en fondos antiguos y difíciles de encontrar y en algunas novedades recién publicadas. Es un servicio que se proporciona a los seguidores de la página y buscadores de títulos concretos, así como un termómetro para conocer los títulos más buscados y que son difíciles de encontrar.

            Una página web también puede ser un lugar de encuentro para los amantes de la cultura escrita. Además de libros, el visitante podrá encontrar un lugar para leer o escribir sobre sus opiniones y gustos. Con el objetivo de aportar más contenido, hemos incorporado a la página un Blog en el que editores y autores pueden escribir o reflexionar sobre el mundo editorial, del libro o de la cultura en general. Esperemos consolidar un lugar de reflexión y debate sobre nuestro apasionante universo.

            Como ya indicamos, nuestro desarrollo digital también nos demanda una presencia adecuada en las redes sociales, en especial Twitter, Facebook e Instagram. Nuestros contenidos están al servicio de nuestros libros y autores, así como a los acontecimientos y aniversarios que afectan al mundo de la cultura, en general, y del libro, en particular.

            En julio de 2016 creamos nuestro canal de televisión en YouTube, AlmuzaraLibros, con la idea de compartir nuestros conocimientos editoriales y, también, dar a conocer a nuestros autores y a sus libros. Englobados en los diversos canales temáticos que creamos ya hemos subido más de setenta vídeos, y este año nos hemos propuesto intensificar la creación de contenidos para el canal. En la actualidad, unos cuatrocientos suscriptores siguen las novedades del canal, que ya ha recibido casi sesenta mil visualizaciones.

¿Por qué este enorme esfuerzo? La primera respuesta, y la más simple, es para conseguir una notoriedad beneficiosa para la promoción de nuestros libros. Pero no sólo se trata de eso. También creamos pequeños documentales sobre bibliotecas históricas, sobre la historia del libro y sobre los oficios editoriales. Queremos compartir tanto nuestra pasión por los libros como nuestro conocimiento del mundo editorial. Estamos muy orgullosos de nuestro canal y esperamos continuar adaptándolo y mejorándolo.

            Son muchas las editoriales que poseen un departamento de formación, que ha sido adaptado a las nuevas posibilidades que el e-learning ofrece. Nosotros, hasta la presente, no hemos comenzado esta andadura, pero no la descartamos para un futuro próximo. Tampoco hemos creado un sello de autoedición, alternativa muy usada por muchas otras editoriales y con un fuerte componente tecnológico.

            Lo que sí hemos desarrollado intensamente es la publicación de nuestro fondo en formato de libro electrónico. Nuestra idea es sacar, de manera más o menos simultánea, todas nuestras novedades tanto en papel como ebook, siempre que el formato y el interior lo permita. Cuando firmamos el contrato editorial siempre procuramos obtener los derechos para ambos formatos. En otro vídeo hemos analizado pormenorizadamente la edición del libro electrónico, por lo que a él nos remitimos. También hemos comenzado la cesión de títulos para su publicación en formato de audiolibros, una canal que hasta ahora no habíamos explorado y que pensamos que puede tener un buen recorrido.

            La tarea editorial conservará inalterables sus principios –el buscar temas y autores de talento– pero tendrá que adaptarse a las nuevas posibilidades que las tecnologías permiten y que los cambios sociales demandan. Los editores se mantienen en equilibrio entre la tradición que representan y la vanguardia esencial que encarnan.

Nos sentimos cómodos como puente entre el conocimiento pasado que atesoramos y los descubrimientos futuros por venir. Una editorial, por tanto, cabalgará el potro de la tecnología sin deshacerse del zurrón del conocimiento pasado. Que así de estimulante es el reto de la edición de este XXI que nos ha tocado vivir.


Manuel Pimentel
Editor y escritor.

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