Podríamos decir que Séneca y el estoicismo están de moda, si no fuera porque nunca han dejado de estarlo o, al menos, de influir de forma determinante en los últimos dos mil años de la historia de la humanidad. En nuestras sociedades, y más aún en el mundo anglosajón, las figuras de Séneca, Marco Aurelio y Epicteto llenan las páginas de internet, libros, artículos, pódcast, vídeos, etc. Sus obras, especialmente las Cartas a Lucilio de Séneca y las Meditaciones de Marco Aurelio, siguen siendo hoy superventas en el mundo entero, hasta el punto de que son los únicos libros de la cultura clásica grecorromana que se siguen vendiendo como si fueran autores de éxito de hoy. Esto es debido al enorme potencial, a la fuerza arrolladora que tiene el estoicismo a la hora de combatir la adversidad y las crisis; esta corriente de pensamiento abre vías poderosas de comprensión de la realidad, a la vez que ofrece un refugio de resistencia y acción dentro de un mundo que siempre nos acosa, pero que, ahora, en pleno siglo XXI, también amenaza con robarnos nuestra identidad como seres humanos. Frente a todas las agresiones de la vida, las de antes y las de ahora, el mensaje de Séneca es esperanzador y lleno de fuerza. El estoicismo ya había nacido tres siglos antes que el filósofo cordobés, pero es Séneca quien mejor supo adaptarlo a la sociedad de su tiempo, y por extensión, sus palabras también pueden servir de ayuda a las modernas sociedades, necesitadas de inteligencia y determinación para alcanzar el bienestar, la salud mental y la felicidad. Séneca nos habla, además, desde el corazón humano, es quien mejor sabe acomodar este modo de pensar al mundo real, a los retos a que se enfrenta el individuo particular y también social. En este combate diario que es la vida, el pensamiento de Séneca, bien desentrañado y aplicado al mundo de hoy, puede ayudarnos en el maravilloso viaje de la existencia, con optimismo e ilusión, también con capacidad de resistencia. El pensamiento de Séneca puede aplicarse a la sociedad actual, haciéndolo nuestro, como otras épocas históricas lo han hecho suyo. Su originalidad y cercanía a la hora de aplicar el estoicismo lo dota de una fuerza y utilidad que no había tenido nunca hasta entonces. Hoy día, el mensaje de Séneca y el estoicismo sigue más vivo que nunca. Y su éxito, que no ha decaído en ningún momento de la historia, se debe a la utilidad práctica que presenta esta corriente de pensamiento, que no es religiosa ni científica, sino algo que engloba a ambas: es un poderoso pensamiento filosófico y humano, un impulso de la inteligencia y de la voluntad, un bálsamo para el espíritu, pero también un acicate para la acción. Séneca ha sido la brújula que ha permitido no perder el norte a muchas sociedades e individuos a lo largo de los tiempos. Ese mismo papel puede seguir desempeñándolo hoy; y ese es el secreto de su vigencia y de la admiración que causa en países e individuos tan diferentes. A nivel personal, Seneca no nos ofrece solamente el consuelo de la resignación. Nada de eso. Su filosofía estoica es un canto a la lucha y esfuerzo de superación, una invitación a construir nuestra propia personalidad, un llamado a conquistar la libertad, la sabiduría y la felicidad con nuestro esfuerzo, racionalidad y valores éticos. Por eso su mensaje sigue siendo tan potente a pesar de los siglos. Y ese es el motivo de que muchos quieran divulgarlo desde la moderna psicología cognitiva que nació en el siglo pasado y es hoy corriente dominante en este primer cuarto del siglo XXI. También intentan apropiarse de Séneca y el estocisimo los modernos libros de autoayuda, pero el mensaje de Séneca o Marco Aurelio es mucho más potente y complejo que todo eso. El verdadero reto consiste en desentrañarlo y ofrecerlo al ciudadano de hoy con rigor y claridad, para que pueda seguir siendo, como lo ha sido a lo largo de la historia, un apoyo en el difícil camino de la libertad, desde el respeto a la dignidad y valores que nos hacen humanos. El estoicismo de Séneca es una poderosa corriente de pensamiento que se ha mantenido viva durante veinticuatro siglos y que puede seguir hablando también al mundo de hoy como lo ha hecho en todas las épocas: ha inspirado al cristianismo durante la Edad Media; ha forjado la mejor literatura de Shakespeare, también nuestro Siglo de Oro y Barroco, ha sido admirado por Montaigne en el Renacimiento; lo han idolatrado los padres de la Revolución francesa, especialmente Voltaire y Diderot; también los padres de la Revolución americana, desde Lafayette, que está entre ambas, hasta George Washington. No solo a nivel político sino también humano: sin ir más lejos Thomas Jefferson tenía un libro de Séneca en su mesilla de noche cuando murió. Séneca ha hablado en épocas históricas acosadas por distintas crisis y habla directamente también a quienes sufren crisis personales, por ello está en la base de la mejor psicología de nuestro siglo XXI. Séneca puede seguir inspirando al hombre de hoy no solo a nivel político o religioso, sino humano: ese es el objetivo de mi próximo libro Séneca y el secreto de la felicidad, que no habla de la felicidad como concepto abstracto, sino que explica qué entendía Séneca por felicidad. Quizá este poderoso intelectual que nos habla directamente al corazón humano pueda ofrecernos un camino claro en este mundo de hoy, una senda que nos ayude a alcanzar los valores por los que siempre ha luchado el ser humano: libertad y felicidad. Ese es el objetivo de este libro, mostrar a Séneca tal como nos hablaría hoy al hombre del siglo XXI. Alberto Monterroso es autor, entre otros, de Séneca, la sabiduría del Imperio, El amo de Roma o La subasta de Roma. |
Escritor, filólogo y profesor. |
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