Cuando Manuel Pimentel, padre e impulsor de Almuzara, nos comunicó que tenía intención de contratar un nuevo libro sobre tauromaquia, confieso que lo recibí con cierto escepticismo. Hemos leído y editado tanto, que podría parecernos que todo sobre el tema estaba dicho; y sin embargo, nos equivocábamos de pleno. Existen los milagros literarios, y el actor e intelectual francés, Yannis Ezziadi, ha obrado uno; ha escrito una de esas inclasificables rarezas absolutamente deliciosa. Y lo hace de una perspectiva muy distinta, desde alguien que se acerca al mundo del toro con cierta madurez, pero sin el clásico proceso de iniciación por el que la mayoría de aficionados hemos transitado.

Por una casualidad, fruto de su amor por la lectura, se zambulle de golpe en un orbe complejo y bello como es el mundo del toro de lidia. Pero Ezziadi nos ofrece una mirada fresca y sin prejuicios, combinando la curiosidad franca de un neófito con la profundidad de un pensador culto y maduro. Su perspectiva nos permite redescubrir la tauromaquia a través de nuevos ojos, revelando aspectos que los aficionados de siempre solemos pasar por alto.

Esta obra, editada en Francia hace apenas unos meses por nuestros colegas de Librairie Arthème Fayard, viene a arrojar luz, pero sobre todo a sorprender y hacer vibrar al lector en español. El autor teje hábilmente una urdimbre asombrosamente rica en matices, donde la tradición taurina se entrelaza con reflexiones filosóficas, retazos de historia, vivencias personales conmovedoras, y observaciones agudas sobre la cultura y la sociedad. Desde la palpable tensión en el ruedo hasta las brillantes conversaciones íntimas con figuras legendarias del toreo, Ezziadi nos lleva a una odisea que trasciende el mundo de los toros para tocar lo universal de la experiencia humana.

Con una prosa a la vez lírica y precisa, logra capturar tanto la emoción cruda como algunos de los sutiles detalles técnicos del arte taurino. Su narración, fluida y evocadora, nos sumerge en la atmósfera única de las plazas de toros, haciéndonos sentir el sápido polvo, oler el miedo, admirar la valentía, y vibrar con la pasión que anima este mundo único y singular; y todo ello lo hace con duende.

En un momento en que la tauromaquia está más en cuestión que nunca, este libro llega como un testimonio vibrante de su complejidad y belleza. Más allá de defensas o críticas, Ezziadi nos invita a contemplar la corrida como un fenómeno cultural profundamente arraigado, un espejo de nuestras propias contradicciones y anhelos como individuos y como sociedad.

Así que, sea como fuere, del mismo modo que nuestro compañero editor, Raul López, nos alertó sobre la edición francesa de Minotaures, por algún motivo no menos importante, este texto ha llegado a sus ojos. Ojalá disfrute leyéndolo tanto como nosotros editándolo.