Lytos

Carlos Vidal, más conocido como “Lytos” es un polifacético artista nacido en España en 1988 pero criado alrededor del mundo. Proveniente de una familia desestructurada, ya desde pequeño se podía intuir que no era “normal” con una imaginación, curiosidad y creatividad fuera de lo común en niños de su edad. El dibujo y la música fueron los primeros indicios artísticos de su vida cuando después de cantar todas las canciones de sus artistas favoritos en el gran conocido escenario mundial llamado “ducha” se encerraba en su habitación a dibujar durante horas dejando volar su imaginación. Fue un poco más tarde, cuando después de “robarle” un libro de poesía a su madre, se interesó por la escritura y la poesía de artistas como Gustavo Adolfo Bécquer o Antonio Machado que fueron los que terminaron de “engancharle”. Durante toda su adolescencia fue desarrollando su potencial en la calle y en las plazas donde junto con otros raperos bailaba Break Dance, rapeaba y comenzó también a practicar “Beatbox” como hobby sin saber que se transformaría en algo tan grande en su vida ganando todo tipo de competiciones nacionales, europeas e internacionales haciéndole viajar por todo el globo, con apariciones en programas de TV de muchos países (como El Hormiguero en España) y realizando también publicidad comercial para marcas muy conocidas (como Mc Donalds) convirtiéndose así en uno de los exponentes del Beatbox más importantes del mundo, que lejos de haber sido fácil y haber tenido que luchar en otros países por lo que él quería, le ha brindado la oportunidad de vivir todo tipo de experiencias inolvidables que no cambiaría por nada. En última instancia, sería importante hablar de qué tipo de música hace y en qué género podríamos catalogarla, pero cuando a Lytos le preguntan: ¿Que música escribes y produces? ¿Rap, Hip Hop? Él siempre responde... “Sinceramente no podría definirme con unas palabras concretas. Todo lo que compongo, escribo o creo lo hago según lo que siento en cada momento teniendo como único límite mi creatividad. Las etiquetas las ponen los demás”.