Miguel Fuentes Arias

Miguel Fuentes Arias, natural de Brenes (Sevilla) es Doctor en Filosofía y Ciencia de la Educación por el Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura y Filologías Integradas, de la Facultad de Ciencias de la Educación de Sevilla. Y Licenciado en Filología Hispánica por la misma Universidad. Recientemente, ha obtenido el Título de Diplomado en Ciencias Religiosas por la Facultad de Teología de la Universidad de Granada. Profesor en el Colegio Colón de los HH. Maristas de Huelva en las asignaturas de Lengua y Literatura españolas, durante 36 años ininterrumpidos desde 1987. Ha desempeñado el cargo de Director General de dicho Colegio durante 5 años. Profesor de Lengua y Literatura españolas en COU en el Colegio Santa Teresa de Jesús de Huelva durante los cursos 1998-99; 1990-91; 1991-92 y 1993-94. Colaborador honorario del Departamento de Didáctica de la Lengua y Literatura y Filología Integradas (Universidad de Sevilla) durante el curso 1997-98. Colaborador honorario adscrito al Departamento de Didáctica de la Lengua y Literatura y Filologías Integradas (Universidad de Sevilla) durante el curso 1998-1999. Profecía de las Plazas es el primer libro de poesía del autor Miguel Fuentes Arias, con el cual pretende iniciar una senda en la que las palabras sean capaces de recoger el asombro que la costumbre hurta a los días. Profecía de las Plazas, editorial Versátiles, es su primer libro de Poesía, se adentra en la contemplación-reflexión sobre la nostalgia de la infancia, el paso del tiempo, la bohemia fallida y el dejar escapar impasibles el espectáculo de vivir. Tiempo deshabitado, editorial Versátiles, es el título de su segundo libro de poesía. Un intento por apresar el instante despojado del vértigo de vivir. El silencio de lo cotidiano, editorial Adarve, fue publicado en el año 2019. Un río, un olvido, editorial Versátiles (2020), un Poemario surgido del limo de la vida, que transcurre por el caudal de los días hasta perderse en el abismo del olvido. Poesía existencial, que trasciende los límites de lo cotidiano hasta asentarse definitivamente en el espacio sin fronteras del insomnio, de la ausencia.