Viaje a Roma

…Me preguntaban cómo una realidad inconmensurable podía condensarse solamente en cuatro letras: R O M A.

No me preguntéis el porqué del solemne silencio que rezuma la isla Tiberina cuando el río se divierte y la abraza imponente con sus líquidos brazos, ni tampoco inquiráis la muda, secular recriminación, que exudan en la noche los labios de bronce de Cola di Rienzo en la oscuridad de la domesticada ladera del Capitolio; no indaguéis el dorado del sol vespertino cuando se tiende, antes de dormir, sobre el Tíber, ni el blancor frío de la luna alumbrando los altos de la colina, antaño ciudadela poderosa de la poderosa Roma. No me preguntéis por el color de los mármoles antiguos de los templos ni el de los esplendorosos suelos exultantes de las Basílicas mayores, ni por qué ese aliento de melancolía cuando el sol, tras ascender la escalinata de Santa María del Araceli, se retira para morir detrás de San Pedro y deja en la fachada del templo una herencia de penumbra. No me lo preguntéis porque el milagro no se puede explicar, no es deconstruible en palabras, es inasible a la gramática, pero podéis ir allí a verlo y a sentirlo… como lo sentí yo.

Antonio Miguel Torralbo Palomares
Nacido en 1961, vi la primera luz en un pueblo jiennense de la Andalucía rural, Marmolejo. En ese maravilloso espacio discurrió mi dulce infancia. En septiembre de 1975 me trasladé a Córdoba, becado por el sistema de las ya desaparecidas Universidades Laborales. En aquel internado comenzaron a fraguarse las piezas fundamentales de mi ser, y luego continué estudios en la ciudad califal. Me licencié en Derecho y posteriormente hice algunos pinitos, sin finalizar el grado, en Historia del Arte. Gran devorador de libros, también escribí, sin convicción y a salto de mata, poemas y artículos periodísticos, así como algún boceto de novela que aún duerme en algún cajón de mi escritorio. En el aspecto laboral, mi sentido del servicio público me impulsó a la función pública, y desde hace más de tres décadas soy funcionario por oposición de la Junta de Andalucía. Actualmente desempeño mis funciones como inspector de comercio en la Delegación Territorial de Córdoba de la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo.