Casas Viejas: del crimen a la esperanza
María Silva “Libertaria” y Miguel P. Cordón, dos vidas unidas por un ideal
La matanza de Casas Viejas en enero de 1933 tuvo unas repercusiones que se han prolongado en el tiempo. Todavía hoy sigue siendo un tema recurrente en la vida política, social, literaria y periodística del país. Originó la caída de un gobierno y cambió las vidas de políticos de la Segunda República y de vecinos de la aldea gaditana. Entre ellas las de María Silva Cruz “Libertaria” y Miguel Pérez Cordón. La primera, superviviente del incendio de la choza; el segundo, militante y escritor anarcosindicalista y quien, antes que Sender y Guzmán, se atrevió a publicar la noticia de los asesinatos cometidos. Sus crónicas de los sucesos de Casas Viejas, incluidas en este libro, son hoy las piezas más valoradas de una carrera literaria que desarrolló muy apegada a la causa política (y de la que se recoge aquí en apéndice una amplia antología). Durante los años siguientes ambos compartirían vicisitudes, alegrías y tristezas hasta su separación el verano de 1936. Cuando el golpe de Estado del 18 de julio triunfó en Paterna de Rivera, la población donde vivían, María fue asesinada y Miguel, tras vivir en Ronda y Cartagena, también murió en 1939 en la ciudad levantina. Este libro es el relato de su viaje desde el crimen de la aldea a una esperanza que se vio definitivamente truncada.
José Luis Gutiérrez Molina