El viaje soñado

En la vida a veces se gana; en otras se aprende, pero aquel que no se alimenta de sus sueños envejece más pronto.

En esa primeriza época ingenua, de dudas existenciales, trágicas y melodramáticas que nos marcan al mismo tiempo que nos cautivan, un joven barcelonés de dieciséis años iniciaba un viaje escolar con destino a tierras lejanas entre dunas, ciudades amuralladas, jaimas y camellos, alejándose de la ciudad condal, zarpando hacia el que iba a ser su norte, sin saberlo. La chiquilla por la que siempre suspiraba le sonrió al mirarle, y con la torpeza de un adolescente a medio tostar, le devolvió el gesto. Esperanzador destino fue que ella también viajara con toda su prole a Marrakech y se sentara a su lado; sus ojos claros, tiernos y de brillo fastuoso como el astro rey por la
mañana miraban por la ventana del autocar escolar camino al aeropuerto del Prat sin darse cuenta que era meticulosamente observada por él. Inmersos en un mundo desconocido a sus ojos, ambos protagonistas se descubrieron e hipnotizaron con un personaje autóctono y enigmático que les rompió los esquemas. Juntos rieron, hablaron, callejearon cogidos de la mano y se integraron con gentes de mil calañas. Pasaron las horas, los días, los años…, un tiempo sagaz donde sus almas se reencontraron y sus caminos bifurcaron hasta más no poder. Sin duda, fue la mejor experiencia humana durante el viaje más intenso, extraordinario y paradigmático que Sergio vivió y que, años después, dio un giro de 360 º al rumbo de su vida.

Òscar Farré Gràcia
Òscar Farré Gràcia, nacido en Barcelona en el año 1969 y de profesión protésico dental, se embarca en su sexta publicación. Sus tres anteriores han sido una novela envuelta de misterio y paradigmas en un recorrido por la historia Universal: Ilusionismo, historia y opúsculos sin parangón; una novela biográfica: Marga, cuyo desenlace es sorprendente y, por último, el libro Relatos Viajeros, que fue seleccionado entre otros quince participantes en un concurso de relatos cortos. En sus inicios la jocosidad y el sarcasmo han sido sus compañeros de viaje con el Diccionario Enciclopédico de la Rural Academia de la Lengua Cotillana, y la siguiente fue en formato relato-comic: El ultimo Vitanguero, con cerca de 350 caricaturas y una trama fantástica. La sátira no ha dejado de estar presente en cada uno de sus posteriores novelas para, según nos dice él «alternar con los sentimientos y romper la monotonía».